viernes, 14 de julio de 2017

FALACIAS DOLOSAS



¿Estamos seguros de lo que pensamos? ¿Desciframos la realidad tal y como viene siendo?

¿O es posible que nuestro juicio esté totalmente distorsionado por la configuración de la información recibida?
Si es así, está claro que nuestras propias percepciones gestionan de manera errónea nuestras conclusiones personales, y nos muestran de manera sesgada a los demás, al planeta, a los astros y a las berzas.
Hace ya unas bisabuelas generaciones nuestra mente se flashea de vez en cuando con el famoso verso del filósofo poeta Ramón de Campoamor: 

¬ Y es que en el mundo traidor, nada es verdad ni mentira:
"todo es según el color, del cristal con que se mira".

Para Ramón, la vida en el  globo terráqueo lo llevó a ahogar su poesía, reflejando su postura escéptica ante un mundo dominado por el egoísmo, los narcisos y la manipulación… y la manipulación, y la manipulación, y la manipulación… y… la manipulación. 
Ocurrió que este señor se centró, como tantos otros, en la búsqueda de respuestas… esas que tranquilizan mentes propensas a absorber nieblas ajenas con resultado lastimoso.

¬ “¿Qué es una humorada? Un rasgo intencionado ¿Y dolora? Una humorada convertida en drama ¿Y pequeño poema? Una dolora amplificada.”

Gran razón!!! Es mi opinión. Se ve que en la época ya alguno estimaba perplejidades sobre sus propios zurullos mentales y protocolos ajenos.
Llegado a este punto, es el momento en que siento la necesidad de indagar en las tripas de esos capullos que residen dentro de cada uno de nosotros, en el juicio, al ladito mismo del razonamiento. Se trata de los bautizados como “pensamientos automáticos”. 
Esos mismos a los que creemos al 100% porque tienen esa apariencia divina nacida de la propia verdad verdadera. Y es más, lo trascendental es que encajan a la perfección con nuestro sentido de la identidad. Prácticamente nadie, descansa en cavilar si estas voces internas nos pueden estafar, confundir o embaucar.
Más espinoso todavía, es que estos frecuentemente son negativos, agoreros y pesimistas hacia nosotros mismos. Y prácticamente todos entendemos que la desesperanza conlleva profecías de autocumplimiento, que nos hacen vacilar sobre lo bueno de nuestra identidad, a la vez que interfieren de manera brutal en nuestras metas.
Venga yaaaaa canallas pérfidos!!!!
Parecéis  creíbles  y verosímiles, pero he de deciros que sólo sois verdades parciales rodeadas de contradicciones que no me puedo explicar por qué extraña razón obviamos.
Podría decir, como resultado de mis propios análisis e investigaciones, que un poco de hierro (toneladas) se le puede echar al aliño propio de las  falacias.  Falacias que huelen a zorrillos fumadores, intencionadas y con cierta orientación a la manipulación. Sí… esas, tan sutiles y persuasivas…
Lo peor queridos, es que ni siquiera podemos tachar a estas taimas falacias de mentiras, ya que sus premisas pueden incluso aproximarse a la verdad. Pero siempre con argumentos falsos que nos remolcan a conclusiones amañadas, adulteradas  y fariseas.
Pongamos entonces algún ejemplo, con vistas a declarar cruzadas  a estas falacias que infectan a la indigente representación que algunos tenemos sobre nosotros mismos.

1. Si me haces  daño, sufro
2. Sufro
3. Entonces me haces daño.

Entonces ¿por qué he de creer que si sufro es porque me haces  dañoYa que, aun  cuando las premisas son verdaderas la conclusión puede ser falsa, ya que no siempre que sufro es porque me haces daño. 
De ahí que si eres de esos depredadores  que no sabes diferenciar a un ser humano de una roca, de los que se estiran y crecen provocando torturas y calvarios, deberías mudar igualmente tus pensamientos automáticos, y considerar que tus acciones serpentinas no siempre llegan al objetivo, plantéate que aunque tu víctima sufra, puede ser que no sea por tus siniestras estrategias… ¿No crees? Uiiiii…. 
Puedo seguir con el frutero de falacias… existen las que se denominan técnicamente “ad hominem”. He aquí algún prototipo que nos ayudará a identificarlas.

¬ “Dices que Dios no existe, pero sólo lo dices para estar a la moda”
¬ “Alguien que se siente tan mal con todo, no puede salvar mi ataque perverso”

Aquí el intento del falacioso enfoca en la desacreditación  del emisor, se ataca a quien lo dice, con el objetivo de convencer a quien se mueve más por emociones que por razones lógicas.
Por otro lado, no debemos desatender el siguiente tipo, aquellas, las persuasivas, las suficientemente largas para hacer olvidar al receptor su conclusión y admitir la premisa.

¬ “Yo siempre digo la verdad, por lo tanto nunca miento”
¬ “Yo no me altero nunca por nada, entonces si me altero tiene que ser porque me has provocado”
¬ Yo nunca abandono a nadie, o sea que si te abandono a ti…

Aquí don Falaci@ sobreestima el conocimiento que posee sobre nuestro estado mental, nuestras emociones y nuestro compasivo corazón.
Os digo que podría seguir y seguir... proseguir, permanecer, prolongar, alargar y estirar la lista de ejemplos… pero, yo al menos ya lo he comprendido.

 "Una mente sana no debe ser culpable de una falacia lógica, sin embargo, hay mentes excelentes incapaces de seguir las demostraciones matemáticas”
Henri Poincaré







viernes, 7 de julio de 2017

MAESTROS DE LA APERTURA


Me contaron una historia,  parecía triste pero resultó ser bella.
Comenzó bonita, con la construcción intensa de un castillo de naipes, cuyo eslogan fue: “siempre TOP, siempre HIGH”.
Había luz, intensa, potente y deslumbrante que rememoraba al buen sol y al reposado arcoíris.
Eran dos, un equipo con el patrocinio instantáneo “Nesquit, que con un par de revoltijos estaba listo para el saboreo y el trageommmmmmmmm… concluía rico y resultaba fresquito.
Sólo había un pero… cuando los dos admiraban la Luna, él solo miraba la punta de su propio dedo señalando al satélite, creía que el astro que creemos blanco estaba allí… 
Y ella que abusaba de los filtros se cegaba y olvidaba lo que veía, amnesia era lo que sufría. 
De vez en cuando era capaz de advertir estrellas con el velux en estado de "no entres querida luz". Obviaba la no conveniencia de lo que uno ve y en un rincón sin más guardaba lo que sus ojos miraban pero no veían.
Pero como era de esperar, el castillo de naipes… desgraciadamente era de naipes… de naipes de papel de seda.
Pasaban los días y ella se mudó de ese castillo a una cárcel de oro. Pulcra prisión dónde siempre se encontraba “bien, gracias”, siendo sin más “quien siempre estaba”.
Un buen día, el oro se convirtió en betún. De repente, como el buque que dispara chapapote “boooooommmm”!!!!! Sucedió que él, que estaba condenado a herir y decepcionar a todo aquel que se acercase a su corazón de piedra, declaró su guerra helada. Fue de golpe, sopló el huracán gobernante y a lo lejos se escuchaba un monstruo que sugería malas intenciones, sed atroz y rabia desmesurada.
Tanto y tanto ruido hacía… que se convirtió en protagonista, en la estrella holiwoodense de su propia silla.
Fue entonces cuando en ella se apagaron las sonrisas, se nubló la inteligencia, se cerraron las cortinas... y día a día su fuente desaguaba su energía.
Ella absorbía conflicto, guerra fría, frustración y cáscaras vacías. La confusión la envolvía
A qué fenómeno extraño se enfrentaba??? Los huracanes mundanos cesan y se apagan, y en este caso el tifón cada día soplaba con más ira, no concedía descanso a su misión, al plan perpetuado de sí mismo, ese que le condenaba a dedicar su vida a subir y bajar rascacielos, sin interrupción ni pausa, ni cese de la alevosía.
Cuanta ternura pudieron llegar a provocar los balbuceos de la prisionera,  que en su ayuda acudió un ejército de hormigas (atómicas), armado con violines, arpas y alguna trompeta. ¿Cómo esa otra hormiguita pudo haber sido usada como altar y poco tiempo después como wáter de un restorán sin lejía? La tropa entera no lo comprendía!!!!
Le proporcionaron ternura dulce pero no dulzona, tibia pero no empalagosa a la condenada desterrada. Comenzó la tonada con aires de copla y letrilla:
¡No seas un sub-tú!!!! Le cantaban
¡Tú no eres esa que tú te imaginas!!!! Gritaban
¡Los valores no se ponen ni se quitan!!! Vociferaban
De repente ella escuchó un aullido, un aullido lánguido que le decía:
Observa detrás de tus párpados, ¿ves al perdedor por excelencia? 
¿Ves los juegos siniestros, las estrategias perversas, esas que consiguen apaciguar su inseguridad, su frustración y sus miserias?
Poco a poco se diluyó el sobresalto asustado, el sabio aullido le explicó que los débiles se vengan, los fuertes perdonan y los inteligentes ignoran!!!
Tú vida siempre será mejor después de la huida de tu enmascarado Narciso. 
SIÉNTATE Y ESPERA!!!!
Y… finalmente parió los oscuros filtros y ocurrió que se puso "en su lugar", y no en un espacio que no le correspondía.

Quizás esperen oír de mí lamentos de “lo mucho que se sufre” rozando con determinadas flores masculinas. Pero yo no creo que las márgenes de un río sufran por dejarlo correr.
Frase versionada de Frida Kahlo.




miércoles, 5 de julio de 2017

REFRITO DE MOÑO


Sin más te pregunto: 
¿De qué manera funciona tu ilusiómetro? Qué ocurre? Aún no sabes que contestarte? 
Yo te puedo hablar de la efectividad y las indicaciones directas de tu refrito de moño, quizás te ayude…
El primer paso es hacerte el moño, y por favor no en cualquier sitio, has de situarlo lo más alto que puedas, ese es el concepto.
Seguidamente, no pensarás jamás en lo acertado de la altura de tu moño, no te preocupes por Ícaro, él volaba muy alto o muy bajo, ese fue el motivo de abrasarse con el sol y ahogarse con las olas. 
Tú moño en lo más alto de tu mollera nunca estará en peligro de fuego ni en riesgo de explosión. Ten en cuenta que el  moño bajo te convertirá en mediocre, y los mediocres tienen altas deficiencias a la hora de solucionar sus problemas y anhelos. Anhelos he dicho, no deseos. Mira bien eso, puesto que los anhelos son aún más poderosos.
El tercer paso sería tener claro cómo garantizar la salvación de tus sueños, evitando su asesinato u homicidio. Recordar continuamente que matar gigantes con balines o moscas a cañonazos es totalmente ineficaz e improductivo.
La siguiente indicación se refiere al magnetismo, es decir, a ese conjunto de fenómenos atractivos y repulsivos producidos por los imanes y las corrientes eléctricas. Entonces recuerda: para ser magnético tienes que atraer y REPELER. Repeler aquello que no te va a aportar nada, a aquellos no alineados con tus valores, ladrones de guante blanco de energía. Y así, cuando se den cuenta de que no hay sangre que chupar, se irán.
Llegado a este punto, la venidera acción consiste en: SITUARSE EN EL MAPA!!!! Situarse de tal manera que lo importante sea cuanta gente te echará de menos si mañana no vuelves. Y para eso no tienes que borrar ni a tu orgullo ni a tu desobediencia. Simplemente hacer un buen cálculo de fronteras cruzadas, que te haga competente en coraje, apto en  capitanía de sacudidas inesperadas.
Situado en el Mapa, haz predicciones basándote en lo que ves, pero recuerda: los ojos no mienten, el cerebro sí!!!! Entonces dirige tus flechas, tu arte y tu sensatez a todo aquello que sea creyente (en lo que sea) y a todo aquello que proyecte creencias enraizadas, lo suficientemente profundas y especializadas en sublevación, al estilo propio de una zanahoria aclimatada.
Y por último, CONTRÁTATE!!!! Redacta tu propio contrato ajustado a la altura de tu moño. Con las condiciones y las transformaciones de tu valentía, dónde digas la verdad sobre lo que ves y con derechos de imagen absolutos sobre lo que dices. Con confianza, con historia, con humanidad  y singularidad.
Y ante todo, finalmente saca jugo (mejor con licuadora) a tu refrito de moño, a ese repleto de tiovivos veloces, eléctricos y a veces despiadados. Exprime, extrae lo sabroso y deshecha pulpas de arrugadas texturas con sabores amargos.
Todavía no eres capaz ni de sospechar la intensa esencia y capacidad voladora que puedes encontrar en tu moño, en ese que subiste a la cima, que hace palanca a la baja autoestima... en ese que ya está lo suficientemente alto para que el alma pueda sestear calmosa, tranquila y silenciosa.