viernes, 1 de septiembre de 2017

PASÓ UN ÁNGEL

Decidió sentarse en un banco del parque,
estaba sombría.
Un par de patos aburridos nadaban en el estanque.
Se sentía orgullosa de si misma.
Pasó un ángel y,
cuando se esfumó el destello,
los patos eran ardillas.
¿Estaba loca?
Pues sí. Pero ella sabía que para volverse loco
era necesario merecerlo.
Se fue más tranquila.

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